miércoles, 24 de febrero de 2010

LA TUTORIA COMO ACCIÓN FORMADORA

En la actualidad vivimos en un cambio significativo en el campo educativo, tenemos el compromiso ante la sociedad de formar alumnos integralmente formados para un buen desempeño laboral, con el acompañamiento académico y emocional de una figura tutorial que logrará satisfacer las necesidades personales y profesionales de los estudiantes de nivel superior, El tutor deberá de emprender dicha acción en un ambiente de total respeto y absoluta discreción para no ofender ni herir la susceptibilidad del tutorado y así lograr sacarlo de algún contratiempo o bache que pueda caer en el transcurso de su carrera profesional teniendo como principio el de capacitarse para poder opinar de una forma objetiva y acertada pero sobretodo que sirva como acción formadora del estudiante.

Introducción

En la Escuela normal de Rincón de Romos "Dr. Rafael Francisco Aguilar Lomeli", tenemos como misión preparar a los alumnos como futuros docentes de educación Primaria y educación Física , con actividades de competencia y valores , con el fin de garantizar el ejercicio de su profesión, con calidad, respondiendo a las exigencias que impone la sociedad, para que mejore las condiciones de su entorno sociocultural, debido a esto es indispensable que los alumnos estén preparados eficientemente en todos los ámbitos que lo integran como persona y profesionista.

Es necesario pues que las instituciones de nivel Superior demos un vistazo en nuestros alumnos con el fin de conocer fehacientemente sus necesidades, gustos, expectativas de vida con el fin de garantizar un mejor ejercicio de su profesión.

Para lograr tal encomienda es importante que nuestros estudiantes se preparen armónicamente, por lo tanto, se tiene que buscar estrategias adecuadas para conseguir lo, afortunadamente en la actualidad se cuenta con la presencia de un tutor que acompañará a nuestros alumnos y que con base en el asesoramiento académico y emocional contribuirá a la formación integral de los estudiantes. Un tutor o mentor “es cualquiera que le ayude a otro a aprender algo que aquel aprendiera menos bien, más despacio o no aprendiera, si se le dejara sólo. “( Mentoring as Patnership, Chip Bell, p. 133 citado por Reza, 2006). Por lo tanto el tutor deberá dar respuesta a la diversidad de las necesidades educativas del estudiantado.

El tutor deberá centrarse en tres específicos campos de acción para realizar la tutoría:

a) Aprendizaje (dificultades, hábitos y actitudes)

b) Socialización (comportamiento e integración)

c) Adaptación madurativa (desarrollo personal, vocación, autonomía)

Aunque no se debe de olvidar que cada tutor cuenta con una personalidad propia y un etilo peculiar de tutelaje, el tutor deberá identificar las siguientes dimensiones de personalidad:

• Afectividad .- los alumnos deben recibir un trato cordial, sincero que surja de la armonía y no de la obligación docente de proporcionar la orientación.

• Individualización.- que la asesoría que proporcione sea totalmente particularizada es decir, que conozca a su tutorado y que se preocupe por sus necesidades y actividades cotidianas.

• Respeto: los alumnos son desconfiados con los adultos, por lo que deberá existir un ambiente de respeto y sobretodo manteniendo en secreto su intimidad y lo que se pudiera socializar en los momentos de tutoría.

• Justicia.- No deberá existir ningún tipo de favoritismos con ninguno de sus tutorados ya que el tutor no es exclusivo de un solo estudiante.

• Autoridad: El tutor deberá encontrar el equilibrio en cuanto a autoridad se refiere ya que tendrá que ejercer una autoridad serena, no irascible, ni excitable con el fin de ofrecer seguridad y de ninguna forma temor u hostigamiento para el tutorado.

La tutoría en el nivel Superior, adquiere un papel trascendental en la vida escolar de los estudiantes, ya que dicha práctica es una de las funciones propias de los profesores caracterizada por orientar y apoyar al desarrollo integral de los alumnos así como contribuir a abatir los problemas de reprobación, deserción y rezago educativo.

Es considerada también como: una forma de atención educativa donde el profesor apoya a un estudiante o a un grupo pequeño de estudiantes de una manera sistemática, por medio de la estructuración de objetivos, programas, organización por áreas, técnicas de enseñanza apropiadas e integración de grupos conforme a ciertos criterios y mecanismos de monitoreo y control, entre otros (Alcántara Santuario, 1990).

Y además es en donde se realizará una escucha activa por parte del tutor, no es momento para que el tutor explaye sus anécdotas de vida ni situaciones meramente personales

En el espacio destinado para realizar las tutorías no se debe dejar de lado que todo individuo como ser humano que es, tiene distintas necesidades y tal como lo menciona Abraham Maslow, psicólogo y filosofo estadounidense, “ el ser humano esta motivado por cierto número de éstas las cuales clasificó de la siguiente manera: fisiológicas, de seguridad, sociales, de autoestima y de realización, por lo anterior, el papel del tutor es el de ayudar a los estudiantes a satisfacer las necesidades que contribuyen a su realización tanto personal como profesional de una manera holista, es decir no sólo en el quehacer educativo.

El acompañamiento de un tutor en el trayecto formativo de los estudiantes proporcionará resultados significativos en cuanto a la calidad y los alcances de los rasgos del perfil de egreso que nos exige la sociedad, es pertinente pues, que el estudiante de nivel superior en complicidad con su maestro tutor diseñen un plan de actuación educativa en el cual los actores inmiscuidos con la tutela se comprometan a seguirlo cabalmente y atendiendo los siguientes aspectos:

1.- En la formación de hábitos, ya que la mayoría de éstos forjan la personalidad de los individuos y son adquiridos básicamente en la escuela pero son perfeccionados en el ámbito familiar, ya que en este medio , existen hábitos de orden, de limpieza, de participación responsable etc.

2.- En el desarrollo de actitudes positivas que no sólo son un componente indispensable de la personalidad sino que intervienen directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje ya que la actitud en la persona determinará el comportamiento que tenga hacia la tutoría que se le pretenda ofrecer.

3.- En la formación cívico social.- con el fin de que se tenga una buena relación con el estudiante y éste con su familia, maestros, compañeros, y sociedad en general.

4.- En la educación sexual, aspecto en ocasiones controvertido y mal enfocado y debe de trabajarse con el consentimiento del propio tutorado y sólo cuando exista algún indicio que determine ser tratado este asunto.

5.- En el dominio de la afectividad. En dominio afectivo es mucho m{as amplio que el campo de las actitudes, comprendiendo valores, creencias, intereses, formas de adaptación personal y social.

Conclusiones:

Como formadores de docentes y como guías de estudiantes de nivel superior tenemos gran responsabilidad en coadyuvar a la formación integral de nuestros alumnos. Para qué éstos se desempeñen con éxito en cualquier ámbito de la sociedad.

Actualmente vivimos en un mundo lleno de cambios e innovaciones educativas pero por fortuna existe una figura del tutor que contribuirá con su asesoría desinteresada a que los alumnos transiten por su formación docente con los menos altibajos posibles.

Aunque la acción tutorial parece sencilla, implica entre otras cosas una capacitación y actualización permanente y constante de los profesores tutores en distintos ámbitos no sólo en lo educativo con el fin de apoyar objetivamente a sus tutorados para lograr una formación integral de nuestros estudiantes.

En la escuela normal de Rincón de Romos Aguascalientes, estamos conscientes de que la tutoría como acción formadora es muy intensa e incierta pero tenemos la seguridad que al implementarla correctamente obtendremos buenos resultados que trascenderán positivamente a los alumnos de nuestros estudiantes normalistas y así cumpliremos con nuestra misión educativa y retribuirle a la sociedad con maestros de calidad en todos los aspectos de la vida.

Referencias bibliográficas.

Alcántara Santuario, A., "Consideraciones sobre la tutoría en la docencia universitaria", en Perfiles Educativos, núms. 49-50, julio-diciembre, México, CISE-UNAM, 1990, p. 51-55.

Lázaro, A. y T. Asensi, "Estructuración y organización de la actividad tutorial", en Manual de Orientación Escolar y Tutoría. Narcea, Madrid, 1989, pp. 384-400.

Reza, Trosino, Jesús Carlos., El A B C del Coach y del mentor Panorama, México, D.F, 2006.

 
Elaboró Mtra. Rosa María De Lourdes López Hernández

martes, 23 de febrero de 2010

EL SER Y EL SABER DEL TUTOR

SER:

  • Afectuoso sin ser sobreprotector.
  • Educador sin dejar de ser amigo.
  • Amigo sin dejar de ser educador.
  • Tolerante sin ser débil.
  • Comprensivo sin ser ingenuo.
  • Atento sin ser zalamero.
  • Vigilante sin ser policía.
  • Confidente sin ser entrometido.
  • Valiente sin ser agresivo.
  • Libre sin huir del compromiso.
  • Seguro sin ser arrogante.
  • Juvenil sin dejar de ser adulto.
  • SABER:
    • Ayudar sin sustituir ni anular.
    • Esperar si desesperar.
    • Poseer y ejercer la autoridad sin ser autoritario.
    • Inquietar sin llegar a angustiar.
    • Educar evitando manipular.
    • Sugerir sin tener que imponer.
    • Exigir sin tener que castigar.
    • Cuándo se debe hablar sin ignorar